¿Padeces trastornos del sueño?

Salud

  • sábado, 15 de octubre de 2022

Cuidado, están asociados a mayor riesgo de enfermedad cardiovascular, alzhéimer y obesidad

Los trastornos del sueño afectan a la salud y “suponen un desafío para la salud pública, ya que aumentan el riesgo de enfermedad cardiovascular y de desarrollar Alzheimer en el futuro”, según ha advertido la Dra. Carmen Bellido, investigadora y Coordinadora del Servicio de Prevención de Riesgos Laborales en el Hospital de Castellón.

Más del 80% de los adultos con problemas del sueño tienen otros trastornos mentales o físicos asociados como diabetes e hipertensión.

En las últimas tres décadas hemos visto que la mala calidad del sueño es un factor de riesgo de mortalidad por todas las causas. Así, "las personas con patrones de sueño más saludables controlan mejor los factores de riesgo cardiovascular” ha detallado la Dr. Bellido.

Hay que incidir en la importancia de incluir el sueño en las estrategias de prevención de enfermedad cardiaca. En este sentido, se ha puesto de manifiesto que cuando se modifica el tiempo de sueño, se baja la presión arterial y disminuyen los mecanismos inflamatorios relacionados con la enfermedad cardiovascular. Existe también una relación entre la falta de sueño y el aumento del apetito. Por ello, el insomnio influye directamente en el riesgo de padecer obesidad. «La gente que duerme menos de lo recomendado tiene un 55% más de probabilidad de ser obeso. De hecho, dormir menos de 4 horas diariamente eleva un 73% el riesgo de ser obeso», avisa la doctora.

Así mismo ha alertado de que «nadie duerme 8 horas de lunes a viernes», lo que supone un factor de riesgo para el envejecimiento prematuro. «Se calcula que dormimos una hora y media o dos horas menos que el siglo pasado», apunta. Por ello, llama a realizar intervenciones que mejoren la calidad del sueño a largo plazo para disminuir el número de eventos cardiovasculares, así como las demencias. Así, Inés Moreno, investigadora Ramón y Cajal en Enfermedades Neurodegenerativas, ha destacado que «la falta de sueño afecta a la cognición, aumentando los problemas para aprender y recordar lo aprendido, según experimentos en animales».

El sueño es un factor modificable donde es posible intervenir para evitar el desarrollo de otras comorbilidades que podrían llevar a un envejecimiento temprano. Su calidad puede estar mermada por sufrir insomnio o apnea del sueño. De hecho, estas personas tienen un 40% más de riesgo de padecer demencia. Por su parte, la presidenta de la Fundación Española de Psiquiatría y Salud Mental, Ana González Pinto, se ha centrado en las repercusiones del insomnio sobre la salud mental. «El insomnio no tratado puede llevar a depresión y ansiedad, por lo que el sueño es un criterio diagnóstico de varias enfermedades mentales», comenta.

Por todo ello, la neuróloga y neurofisióloga Ana González Manero, del Servicio de Neurología del Complejo Hospitalario La Mancha Centro, ha pedido que no ese infravalore este problema. «Entre el 20 y 48% de la población adulta sufre insomnio. Un 32% tiene un sueño no reparador y un 10% tienen un trastorno del sueño crónico y grave», ha detallado. El insomnio, el problema más frecuente, provoca somnolencia y disminución del rendimiento a nivel cognitivo; así como una baja concentración. «Se altera nuestra memoria inmediata a corto plazo y a largo plazo, aumenta el tiempo que tardamos en reaccionar ante un estímulo y provoca cambios de humor bruscos e irritabilidad”.

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