Así lo afirman los resultados de una encuesta realizada a unas 16.500 personas de todo el mundo.
Los participantes fueron reclutados entre julio de 2020 y julio de 2021 en 30 países de todos los continentes. Europa estuvo representada por Italia, España y el Reino Unido. Para el reclutamiento, los autores del estudio recurrieron a agencias de encuestas y a las redes sociales, animando a los reclutados a compartir a su vez la encuesta.
Se pidió a los participantes que asignaran una puntuación de 0 a 10 al miedo relacionado con 11 posibles amenazas:
- Sucesos trágicos (pérdida de un familiar, accidente de coche, crisis [por ejemplo, terremotos, tsunamis, guerras, fugas de radiación]).
- Enfermedades (cáncer, ictus, infarto de miocardio, COVID-19)
- Situaciones más o menos graves de la vida (pérdida del trabajo, falta de vida social, pérdida del teléfono móvil)
- Animales (por ejemplo, serpientes, ratones, insectos).
La media ponderada de las puntuaciones asignadas permitió elaborar una clasificación.
Globalmente, el mayor temor era la pérdida de un familiar, seguido del cáncer, el ictus y el infarto de miocardio. La COVID-19, a pesar de encontrarse en plena pandemia, ocupaba el sexto lugar, precedido por los accidentes de tráfico. Le siguieron, por orden, las crisis, la pérdida del empleo y el aislamiento social. La pérdida del teléfono móvil era más temida que las arañas, las cucarachas y otros animales, percibidos con diferencia como la amenaza menos preocupante entre las propuestas.
La clasificación fue idéntica en la mayoría de los países, independientemente de la región de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y del nivel económico. Las excepciones fueron Australia y Burundi, donde la COVID-19 y la pérdida del empleo fueron los temores dominantes.
¿Por qué es útil saberlo? Los miedos influyen en la salud y el comportamiento humanos. El miedo puede causar problemas físicos y psicológicos, como ansiedad, depresión, abuso de sustancias, debilitamiento del sistema inmunitario y problemas digestivos y cardiovasculares. Debido al miedo, la gente puede posponer o evitar las intervenciones médicas y las pruebas de detección.
"Comprender los temores de la población ante las enfermedades es fundamental para diseñar estrategias de educación sanitaria y participación de los pacientes", explican los autores del estudio publicado en la revista Journal of Global Health. "Alinear los mensajes de salud pública con las preocupaciones de la gente, como el miedo a perder a seres queridos, puede hacer que los mensajes sean más pertinentes y eficaces. Al comunicar cómo ciertos comportamientos, como la vacunación o la elección de estilos de vida saludables, pueden proteger a los miembros de la familia, las campañas de salud pública pueden resonar más profundamente con las preocupaciones de la gente sin exacerbar sus temores."
MÁS INFORMACIÓN:
Fear in general populations: A cross-sectional study on perceived fear of common diseases, COVID-19, life events, and environmental threats in 30 countries.
https://jogh.org/2024/jogh-14-05019