El riesgo de fumar es muy conocido y se sabe desde hace décadas. Se ha utilizado gran variedad de enfoques a través de diversos medios de comunicación, conferencias, escuelas y declaraciones de salud pública para comunicar los peligros del tabaco, especialmente entre la población más joven; los beneficios decisivos de dejar de fumar si ya se ha empezado, y en particular, la cantidad de vida que se gana al final del camino. Sin embargo, por muy poderoso que sea este enfoque en la vida ganada o en cuánto tiempo se puede vivir, es realmente demasiado lejano en el futuro para que lo aprecie un joven de 15, 18 o 20 años.
Pero no es imposible. Hemos logrado enorme impacto en sentido positivo en la reducción del tabaquismo. Sin embargo, todavía hay un segmento muy amplio de la población en Estados Unidos (y sin duda en todo el mundo) que sigue fumando o empieza a fumar.
Este estudio nos dice que los datos son muy objetivos, sólidos y de la mejor calidad posible. Los investigadores utilizaron datos del British Doctors Study, en los que se analizaron 50 años de seguimiento —es decir, datos científicos extremadamente rigurosos— y también del Million Women Study en Gran Bretaña. Se hizo seguimiento a largo plazo de hombres y mujeres. Se analizaron datos exhaustivos en torno a sobrevida, número de cigarrillos fumados al día, diversos factores socioeconómicos e incluso se tuvo en cuenta la idea de que si las personas fuman menos puede aumentar la intensidad del consumo para satisfacer su necesidad de nicotina. Se analizaron todos estos datos y se resumió esta enorme cantidad de datos muy significativos analizando el impacto en la sobrevida de un solo cigarrillo que una persona podría fumar hoy. Este resumen indica que cada cigarrillo que fumas te va a costar 20 minutos de vida, 20 minutos menos que vas a vivir. Dos cigarrillos, 40 minutos, tres una hora menos.
Este es un mensaje sencillo, pero potencialmente poderoso, acerca de por qué no debes fumar o por qué debes dejarlo. Con cada cigarrillo te quitas 20 minutos de vida.