El tamaño del desayuno influye en el riesgo de síndrome metabólico

Salud

  • miércoles, 31 de mayo de 2023

Quienes ingieren entre un 15% y un 30% de sus calorías diarias durante el desayuno presentan un menor riesgo de síndrome metabólico

El síndrome metabólico, una de las patologías que más está aumentando en el mundo, ocurre cuando se dan en la misma persona, al menos, tres de los siguientes requisitos:

  • obesidad,
  • triglicéridos elevados,
  • colesterol HDL bajo,
  • hipertensión arterial
  • y diabetes.

Y la dieta es uno de los factores que más influye el desarrollo de este síndrome.

Un estudio en el que ha participado la Universidad de Oviedo y cuyos resultados acaban de ser publicados en la revista Nutrients, de máximo impacto en su área del conocimiento, refleja que las personas que ingieren entre un 15% y un 30% de sus calorías diarias durante el desayuno presentan un menor riesgo de síndrome metabólico. Los estudios actuales sobre nutrición se centran no solo en analizar la influencia de la ingesta total de alimentos y nutrientes sino en observar la importancia de cómo son distribuidos a lo largo del día.

Muchos estudios han concluido que el desayuno es una de las comidas más importantes del día y que aquellos que no desayunan tienen más problemas de salud. Sin embargo, la relación entre el tamaño del desayuno y el síndrome metabólico no había sido estudiada. La mayoría de los estudios que han valorado la relación entre la composición de la ingesta y distintas enfermedades, se han focalizado en el efecto de las comidas del mediodía, la cena o bien en la ingesta nocturna y son pocos los que lo han hecho en el desayuno.

El estudio se llevó a cabo en personas voluntarias del estudio prospectivo sobre dieta, cáncer y salud EPIC (siglas en inglés de European Prospective Investigation into Cancer and Nutrition),que se desarrolla en Asturias, Granada, Murcia, Navarra, Guipúzcoa y Barcelona, con una subcohorte de 3.644 personas.

A cada participante se le realizó una historia de dieta y se le extrajo una muestra de sangre, obteniendo la ingesta de carbohidratos, proteínas, lípidos y fibra del total del día y de cada una de las tomas realizadas. Tras el análisis estadístico de los datos, se observó que la proporción de participantes que sufrían síndrome metabólico era un 38% menor entre los que ingerían en el desayuno entre el 15% y el 30% de las calorías totales del día comparado con aquellos que consumían cantidades menores. Las patologías en las que se vio más efecto fueron la obesidad, la hipertensión y la diabetes.

Otro resultado significativo observado en este trabajo es una tendencia a desayunar menos cantidad de energía entre aquellos individuos que realizan más de cinco ingestas al día. Esta mayor frecuencia de comidas, quizás debido a un mayor ‘picoteo’ entre horas por parte de estas personas y a una mayor ingesta calórica total, se relaciona con un 23% más de síndrome metabólico. A pesar de que el tipo de diseño del estudio es transversal y, por tanto, no permite hablar de una relación causa-efecto, estudios experimentales han mostrado que consumir las mismas calorías a primera hora de la mañana frente a hacerlo al final del día, lleva consigo una mejor respuesta metabólica, además de un mayor gasto en la termogénesis de los alimentos. La termogénesis varía según la hora del día en la que se ingieren los alimentos, de modo que el gasto calórico para absorber, metabolizar y almacenar los nutrientes de los alimentos ingeridos es mayor en las primeras horas del día que en las posteriores. Esto implica una mayor necesidad de calorías totales y una mejor respuesta a la glucosa, dos mecanismos implicados en un mejor control de la salud cardiometabólica.

Un buen desayuno con alimentos que aporten las calorías adecuadas aumenta la sensación de saciedad y, por tanto, disminuye la cantidad de comida ingerida el resto del día. En definitiva, a pesar de que los horarios de vida actual ponen difícil atender a la biología de la persona y conseguir una buena distribución de la ingesta, el estudio refleja la necesidad de incidir en la importancia de realizar un buen desayuno como una estrategia para disminuir el síndrome metabólico.

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